preguntas sobre Oraciones Ala Virgen Maria

oraciones ala virgen maria

María es, sin duda, nuestra enorme protectora y también nuestra mejor compañera en el camino que lleva a Dios, por el hecho de que fue la más fiel acólita de Jesús. Asiste a los líderes de las naciones, para que actúen con sabiduría, diligencia y generosidad, socorriendo a los que carecen de lo preciso para vivir, planificando resoluciones sociales y económicas de largo alcance y con un espíritu de solidaridad. el día de hoy ofrecemos gracias y alabamos al Señor por tu bendito nacimiento.

, desde el inicio de su historia, fue imbuida por el Espíritu Santurrón quien la condujo por el sendero de la santidad. Con lo que orar en María es estudiar a orar con su mismo corazón, con sus palabras y con sus actitudes. Así nuestra oración va a ser cada vez más agradable al Padre. Anima con tu promesa a todas las mamás que el día de hoy se sienten solas y abandonadas por los hijos que se fueron para llevar a cabo su vida lejos de su amor y sus cuidados, olvidando sus deberes filiales.

Acordáos (san Bernardo)

Lea mas sobre aqui.

Escucha benigna la confiada oración, que en la presente necesidad, elevamos a tu clemencia, si es para gloria de Dios y bien de nuestras almas. Llenos nuestros corazones de absoluta confianza, acudimos a tu maternal afecto. Somos pecadores y no merecemos tu protección. Pero al contemplarte en la Medalla Milagrosa con los brazos libres, invitándonos a aproximarnos a Ti y con las manos derramando a torrentes tus bendiciones, animosos acudimos a tus pies, para exponerte durante esta novena nuestras urgentes necesidades.

Bendice su generosidad que da vida a la devoción a ti y asiste para fomentar la fe en tu Hijo, Jesús. Santísima María, tal como lo hiciste con santa Catalina Labouré, derrama rebosantes gracias sobre cada uno de los integrantes de la Asociación, sobre sus familias y sus seres queridos. Que tu Medalla Milagrosa sea un símbolo de paz, justicia y prosperidad en la vida de cada uno de tus devotos. Madre María, protégenos y ayuda a todos y cada uno de los que confiamos en ti, a ser fieles custodios de la vida que Dios nos ha dado.

Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores. Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti. Sin tardanza proclama lengua mía las glorias y alabanzas de María. Atiende a mi socorro, enorme Señora, y ampáreme tu diestra protectora. Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues un Dios se recrea, en tan divertida belleza. A ti celestial princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco en este día, alma vida y corazón.

Usted está leyendo este producto gracias a la generosidad suya o de otros muchos leyentes como usted que hacen posible este fantástico proyecto de evangelización, que se llama Aleteia. Le mostramos Aleteia en números para ofrecerle un concepto. Según el plan de Dios, logra para mí la curación que necesito. Intercede frente Hijo, a fin de que me dé la fuerza que necesito para trabajar para la gloria de Dios y la salvación del mundo.

oraciones ala virgen maria

Enséñame, oh Virgen María, a ser dulce y bueno en todos y cada uno de los hechos de mi vida; en los desengaños, en el descuido de otros, en la carencia de sinceridad de esos a quienes creí, en la deslealtad de esos en quienes confié. Ayúdales, Virgen María, a asumir con amor y generosidad, la bella labor que Dios mismo les confió, como gestoras y protectoras de la vida en sus distintas etapas.

Lea mas sobre oracionesasanalejo.com aqui.

Permitamos a María ser una parte de nuestro dolor y nuestro padecimiento dejándole de esta forma también hacerle ver al Señor que “no poseemos vino” (cf. Jn 2, 3). Otra oración que aprendemos de María a hacer es la oración de ofrecimiento. Esta oración también la vivió María desde el inicio de su historia con su si? Las palabras en el final del discurso que le dirige el ángel sellan de modo decisivo su opción de vida.

Ella se sabía pequeña, la más insignificante de las hijas de Dios. Su humildad le hacía vivir en su verdad y eso la sostenía siempre con un corazón postrado ante Dios. supo mantenerse en su sitio sin pretensión. Podría haberse sentido superior habiendo sido escogida para ser la Madre del Señor. Pero, al revés, ella era consciente de que si Dios la había elegido era exactamente por su condición de esclava (cf. Lc 1, 38). , la esclava del Señor, no se sentía digna, pero acepto?

Me arrodillo espiritualmente enfrente de tu sagrada imagen, que dejaste milagrosamente impresa en el manto de Juan Diego y, con la fe de los incontables peregrinos que procuran tu intercesión, te pido que me concedas esta felicidad (lleve a cabo aquí su petición). Te suplico, Nuestra Señora de Guadalupe, que me concedas lo que pido, si es conforme a la intención de Dios, para que yo pueda ser testigo de tu amor, tu clemencia, tu ayuda y protección. No me olvides en mis necesidades. Salve Reina de clemencia, Señora del mundo, Reina del cielo, Virgen de las vírgenes, Sancta Sánctorum, luz de los ciegos, gloria de los justos, perdón de los pecadores, reparación de los desesperados, fortaleza de los abatidos, salud del orbe, espejo de toda pureza. En tus benditas y santas manos coloco todo lo que me aflige y me quita el sueño, para que intercedas por un milagro en mi vida. Nosotros nos dejamos irrumpir por el corazón de María para responderle de este modo asimismo al Señor. Que ella nos enseñe a responder, no solo al inicio de nuestra vida, sino siempre y en todo momento con palabras de humildad pero de distribución total al Señor.

En ti coloco toda mi confianza y mi promesa de salvación. Recíbeme como a tu siervo y cúbreme con tu mantón de protección, tú que eres la Madre de la misericordia. Y ya que tienes tanto poder para con Dios, líbrame de las tentaciones, o por lo menos obtenme la gracia de vencerlas. Te pido un auténtico amor a Jesús, y la felicidad de una santa muerte. Oh Mi madre, por el cariño que tienes a Dios, Nuestro Señor, te suplico que seas mi asistencia en todo tiempo, pero eminentemente en el último momento de mi vida.

• No me dejes, Mi madre, hasta que me mires salvo en el cielo, para bendecirte allí y cantar tus loas por toda la eternidad.
• Acompaña con tu amor delicado y profundo, a aquellas mujeres que están desorientadas y miedosas, frente a su futura maternidad; y a las que, de una u otra forma, son inducidas a cegar la vida de sus hijos, cuando apenas comienza.
• Sabía que ese era el sendero del amor y opto?

Intercede frente Jesús, tu hijo a fin de que nos llene de buena salud y sane las heridas del alma a cada integrante de mi familia. Dulce y amada Virgen María, tú que eres una enorme defensora de todas y cada una las personas desamparadas, deseo hoy que tu luz bella descienda sobre mí vida y me envuelvas con tu fiel protección y me dejes sentir tu incondicional Amor. La respuesta de María a la Palabra de Dios nos transporta a pensar en el modo en que Dios ha podido accionar en ella por la apertura de su alma, por su acogida. Saber que en la Virgen el Señor actuó de esta forma es estar cierto que actuará de este modo también con nosotros si sabemos acogerlo con seguridad como lo hizo . El ángel le hace entender que acoger la Palabra de Dios es admitir la buena noticia que es Cristo. De ahí que el Altísimo la pudo contemplar con su sombra y llenarla de si?

Lea mas sobre cuentos-infantiles.net aqui.

Sabernos pequeños, como la Virgen, no nos puede llevar a la desesperanza sino al contemplarla a sabemos, por su historia, que es el camino más hermoso del encuentro con el Señor. Pidámosle a la Virgen que nos tome de la mano y nos lleve por este sendero de sencillez.

Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; en tanto que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu precaución, Señora y madre nuestra. Oh Virgen, Madre de Dios, Inmaculada María, nos brindamos y consagramos a ti, bajo el título de Nuestra Señora de la Medalla Prodigiosa. Que esta medalla sea para cada uno de nosotros, prenda del amor que nos tienes, y nos recuerde nuestros deberes para contigo. Que siempre y cuando la llevemos nos bendiga tu amorosa protección y nos conserve en la gracia de tu Hijo. Oh Virgen vigorosa, consérvanos siempre a tu lado en todos y cada uno de los instantes de nuestra vida. Otorga a estos hijos, la felicidad de una buena muerte, a fin de que en unión contigo podamos disfrutar para toda la vida de la eterna felicidad. Que esta Medalla sea para cada uno de nosotros, prenda del amor que nos tienes, y nos recuerde nuestros deberes para contigo.

oraciones ala virgen maria