Rosario

Las oraciones a Nuestra Señora de los Navegantes son bien conocidas en América del Sur, especialmente en Brasil, donde su fiesta del 2 de febrero es un feriado oficial. La Virgen de los Navegantes, que representa barcos bajo su manto, es la pintura más antigua conocida cuyo tema es el descubrimiento de América. Los papas lo han alentado, al mismo tiempo que han tomado medidas para reformar algunas de sus manifestaciones. La Santa Sede ha insistido en la importancia de distinguir «la verdadera devoción de la falsa, y la auténtica doctrina de sus deformaciones por exceso o defecto». Hay muchos más títulos, fiestas y prácticas marianas veneradas entre los católicos romanos que en otras tradiciones cristianas occidentales.

significa «todos»; sin embargo, también se usa de la misma forma al final de las oraciones, al igual que en inglés. En francés, la palabra hebrea amén a veces se traduce como Ainsi soit-il, que significa «Así sea». Al igual que horarios de misas en usa con otras oraciones, los cocineros utilizaron el Padrenuestro para cronometrar sus recetas antes de la difusión de los relojes. Por ejemplo, un paso podría ser «hervir a fuego lento el caldo para tres Oraciones del Señor».

Biblioteca Mariana

Mottus como Oratio dominica plus centum linguis versionibus aut characteribus reddita et expressa. Esta edición fue comparativamente inferior, pero John Chamberlain publicó una segunda edición revisada en 1715.

María como obra maestra de Dios

El Salterio de María, como se llama a veces al rosario, es un recuerdo de la naturaleza más profunda de la Iglesia como comunidad de oración continua «. Muchos de los papas han defendido el Rosario como una devoción poderosa y multifacética. El teólogo Romano Guardini describió el rezo del rosario como «participación en la vida de María, cuyo foco era Cristo». El Papa León XIII también vio el rosario como un medio vital para participar en la vida de María y encontrar el camino a Cristo. Haciéndose eco de la representación bizantina de Cristo Pantocrátor, la Iglesia Oriental retrató a María como la reina real del cielo.

Los carolingios alentaron la piedad mariana con la celebración de las fiestas marianas y la dedicación de iglesias en su honor. Las representaciones de Nuestra Señora de los la virgen de guadalupe Navegantes surgieron de las oraciones y devociones de los navegantes portugueses, que veían a la Virgen María como su protectora durante las tormentas y otros peligros.

Estas colecciones continuaron mejorando y expandiéndose hasta bien entrado el siglo XIX; Johann Christoph Adelung y Johann Severin Vater en 1806-1817 publicaron la oración en «casi quinientos idiomas y dialectos». La idea de Gessner de recopilar traducciones de la oración fue retomada por autores del siglo XVII, incluidos Hieronymus Megiserus y Georg Pistorius. Thomas Lüdeken en 1680 publicó una colección ampliada de 83 versiones de la oración, de las cuales tres estaban en lenguajes filosóficos ficticios. Lüdeken cita a Barnum Hagius como fuente de los guiones exóticos utilizados, mientras que su verdadero autor fue Andreas Müller.

El libro de oraciones católico romano de Raccolta incluye varias de esas oraciones. Estas oraciones no involucran una petición para un beneficiario vivo o fallecido, sino que tienen como objetivo reparar los pecados de otros contra la Virgen María. Otras oraciones marianas famosas incluyen el Magnificat y las Letanías de la Santísima Virgen María. Tres avemarías es una práctica devocional tradicional católica romana de recitar tres avemarías como una petición de pureza y otras virtudes. La práctica de decir tres Avemarías por la noche en algún lugar alrededor del atardecer se había generalizado en toda Europa en la primera mitad del siglo XIV y fue recomendada por el Papa Juan XXII en 1318.

Jovinian y varios maestros arrianos como Photinus tenían una opinión similar. En el Islam, se usa con el mismo significado que en el judaísmo y el cristianismo; al concluir una oración, especialmente después de una súplica (du’a) o al recitar la primera sura Al Fatiha del Corán, y como un asentimiento a las oraciones de los demás. El uso de «amén» se ha adoptado generalmente en la adoración cristiana como una palabra final para oraciones e himnos y una expresión de firme acuerdo. El uso litúrgico de la palabra en tiempos apostólicos está atestiguado por el pasaje de 1 Corintios citado anteriormente, y Justino Mártir (c. 150) describe a la congregación respondiendo «amén» a la bendición después de la celebración de la Eucaristía. Su introducción en la fórmula bautismal probablemente fue posterior.

Oración en honor de San Pedro Julián Eymard

El término hiperdulia indica la veneración especial debida a María, mayor que la dulia ordinaria por otros santos, pero completamente diferente a la latría debida solo a Dios. Jerónimo (c. 347–420), otro importante teólogo temprano, también sostenía la doctrina de la virginidad perpetua, pero argumentó que estos adelphoi eran hijos de la hermana de María, a quien Jerónimo identificó como María de Cleofás. Algunos en los primeros siglos sostenían que los hermanos gloria rezo eran hijos tanto de María como de José. Los antidicomarianitas del siglo III («oponentes de María») sostenían que, cuando José se convirtió en el esposo de María, era viudo con seis hijos y tenía relaciones matrimoniales normales con María, pero luego sostuvieron que Jesús no nació de estas relaciones. Bonosus fue un obispo que a finales del siglo IV sostuvo que María tuvo otros hijos después de Jesús, por lo que los demás obispos de su provincia lo condenaron.

• El anglicanismo anglocatólico usa la oración de la misma manera que los católicos romanos, incluido el uso del Rosario y la recitación del Ángelus.
• A veces puede que no haya un límite bien definido entre la meditación cristiana y la contemplación cristiana, y se superponen.
• Algunos anglicanos también emplean el Ave María en la práctica devocional.
• La meditación sirve como base sobre la que se asienta la vida contemplativa, la práctica mediante la cual alguien comienza el estado de contemplación.
• La Congregación para el Culto Divino destaca el papel que puede tener el Rosario como componente formativo de la vida espiritual.

A medida que este tema se extendió a Occidente, se compusieron oraciones como la Regina caeli, Ave Regina caelorum y Salve Regina. La tradición católica romana incluye oraciones y devociones específicas como actos de reparación a la Virgen María por los insultos que sufre.

La práctica fue observada por los franciscanos y finalmente se convirtió en la oración del Ángelus . A principios de la Edad Media, la veneración de María se expresaba particularmente en los monasterios, especialmente en los benedictinos. Cantos como gloria oracion Ave Maris Stella y Salve Regina emergieron y se convirtieron en elementos básicos del canto llano monástico. En el siglo VIII, El Oficio de la Santísima Virgen María se desarrolló a partir de la práctica de los monjes de rezar las horas canónicas.