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oraciones para un hijo enfermo

Aún en el mal por la condición de mi hijo, me mantengo estable creyendo que eres un Dios de amor, de sanidad y poder. Sé que cumplirás tu propósito en su historia y que prontísimo veré a mi hijo sano y libre de todo síntoma. Confesión de feSabemos que lo que hace que Dios escuche y nos conceda algún favor es la fe con que se lo solicitamos. De este modo también nos lo dice la oración a la medalla prodigiosa. Es por ello indispensable que se ore con fe e igualmente declarar con fe nuestra convicción de que lo pedido en oración ahora fué concedido. Sobre todo tratándose de subir una oración de una madre por su hijo enfermo.

Es por eso que con mucha fe y seguridad rezo esta oración para el. Voy a pedirle a través de ella a Diosito Santo, lo sane a mi hijo del alma. Reclamo la salud de mi hijo para la gloria y honra de Dios. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Beato. Para ti toda la gloria por los siglos de los siglos. Por ello, te alabo con fe, mi Señor, y te reconozco como mi Señor y Salvador.

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me desespere pero El Obra cuando una menos lo piensa. mi hijo ahora esta en terapia para el dolor, es dificil y recuerdo la Oración de Fe y me agarro de que MI HIJO ES SANO, EN EL NOMBRE DE JESUS. Amén. Amiga, lo que hace que la mano de Dios se mueva a tu favor, es tu fe. Ora con fe y declara con fe… Te aseguro que vas a ver tu milagro. Tu boca tiene poder, por consiguiente es requisito que con la autoridad que Jesús te ofrece, declares y confieses la Palabra de Dios contra la patología.

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Oración Por La Salud De Un Hijo

Al final del ayuno, Juan y Delia se hallaban en predisposición de admitir la intención del Señor, por lo que Juan bendijo a su hijo de nuevo y esta vez el Espíritu le susurró que bendijera al niño a fin de que sanara por completo. El niño sanó y tres días más tarde le trasladaron del hospital a la vivienda.

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oraciones para un hijo enfermo

La oración de sanación por la enfermedad es la más vigorosa cura que tenemos en nuestras manos. Dios es el más destacable médico que vamos a tener a nuestra predisposición. Amamos tanto a nuestros hijos y deseamos las superiores bendiciones y guía de Dios en sus vidas. Pasamos horas inacabables cuidando, enseñando, ayudando, entrenando, resguardando y animando que de manera frecuente nos perdemos uno de los mayores elementos que Dios nos dió para guiarlos, la oración.

• Esta clase de plegaria ha de ser espontánea por eso mismo la oración presentada a continuación sirve como un caso de muestra.
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Todos los que somos padres o abuelos, oramos por nuestros hijos o nietos. Para rezarle y orarle al Señor por un hijo, una hija, nietos u otros conocidos cercanos. Para suplicarle que los proteja frente al peligro, la multitud mala y anomalías de la salud. Para implorar su bendición y pedirle paz, prosperidad y confort para mi familia. Sabemos que los papás tienen que educar a sus hijos en valores, han de ser intercesores activos.

Te bendecimos y te adoramos sabiendo que responderás nuestra oración. Desde q leí la oración le he tenido mucha fe, la he compartido a varias mamitas con bebés de salud frágil y bendito dios el milagro se hizo. Admito que mi hijo ha sido curado por las heridas de Cristo y que recibe sanidad por el sacrificio de la cruz. Declaro vida abudantemente fluyendo por sus venas y llegando a todo su cuerpo con una exclusiva vitalidad.

María, madre de Jesús y madre nuestra, que con esmero y constancia, cuidabas de tu niño, mira el corazón de la madre y también infúndele confianza, a fin de que asimismo ella, como , logre ver medrar a su hijo en estatura, sabiduría y gracia, enfrente de Dios y de los hombres. Te mostramos los expertos médicos que atienden al niño, revístelos con tu sabiduría, ilumínalos para que logren dar con acierto en el diagnóstico y hallen la medicación y tratamiento correcto. Señor Jesús, vengo el día de hoy, como el funcionario real del Evangelio, a solicitarte que desciendas y sanes a nuestro niño de todas sus lesiones emocionales, mentales y físicas que le afectan su salud. Tras haber leído la Lectura del Evangelio de Juan, te recomendamos efectuar un momento de silencio a fin de que la Palabra de Dios con su poder penetre en su corazón y se sienta movido a un acto de fe. Aun así, y atravesando por esta dura prueba, nuestra confianza debemos ponerla siempre en Dios, quien sabe consolar, resguardar, querer y sanar. que restablezcas su salud y que se encuentre sano y salvo. Bendigo con fe el milagro que Dios hará en mi hijo.

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Cuídalos de todo riesgo y haz que retornen a salvo al hogar y en la noche deja que en sus camas estén. Cuídalos, protégelos y apártalos de los peligros y de la multitud mala que los quiera dañar. Cúbrelos con tu manto todopoderoso y no los desampares jamás. Te solicito de todo corazón que prosigas cuidando de lo míos, como hasta la actualidad lo hiciste, alumbra mi día hoy y danos tu bendición.

Vengo hoy con humildad a postrarme frente a ti para solicitarte, que poses tus Santas y Honorables Manos sobre él y logres su curación. Como madre, tú sabes el dolor que me aflige por mi hijo _____________ y, por esto, sé que comprendes mi preocupación ante esta patología. Determine ciertas cosas por las que precisa orar y ayunar en su historia personal y familiar. A través de la oración y ayuno tenemos la posibilidad de ser bendecidos físicamente; además de esto, va a aumentar nuestra fe y poder espiritual. Dicho poder se precisa para conseguir éxito en nuestras trabajos y para fortalecernos a nosotros y a el resto. Después de la bendición, Juan y Delia comenzaron a ayunar para entender la voluntad del Señor y para lograr admitirla.

Tú que protegiste a tu Hijo, Madre mía, y fuiste protectora de tu sagrada familia, te ruego intercedas ante tu amado Hijo Jesús a fin de que con su Santa Bendición, consigua sostenerme fuerte frente al dolor y la preocupación. Candela por él , cuídalo , sana su cuerpo y cura su alma. Pasa tu mano sanadora sobre a fin de que se alivie de todo mal, bríndale tus cuidados a fin de que próximamente se restablezca, según sea tu voluntad. A pesar de la preocupación que me invade por el mal y el desconcierto, te digo que si esta enfermedad está en lo que tú dejas, acepto este instante de purificación y entrego a ti en ofrecimiento generoso de mi vida.

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